HERRAR UN CABALLO
     


En este caso una yegua castaña con dos vecinos curiosos.

Estado del casco: no solo la herradura empieza a estar gastada, sino que el crecimiento del casco hace inestable al animal.

Se retira la herradura vieja.

Con la “cuchilla de herrador” limpiar y rebajar la parte interior. (Dicho interior se denomina “lumbre”)

En el interior del casco, “la ranilla”, parte más oscura y de forma triangular de la pezuña que sirve de amortiguador al animal.

En este casco de otro caballo lo apreciamos mejor.

El rebaje interior nos permite ver exactamente la cantidad de pezuña a cortar.

Alisamos y emparejamos el casco con la lima

Tomamos medidas del “pié”.

Y ajustamos la herradura a esa medida.

Se doblan las puntas hacia arriba para ajustarla a la curvatura del casco

Se rebordea la parte superior de la herradura para que encaje mejor en el casco y se le da un pequeño “toque artístico”.

Del cielo te caen los 8 clavos.

Primer clavo y colocación exacta de la herradura.

Casi terminado

Cortar, limar los clavos que sobresalen y ajustes finales.
Hecho
Comparación del antes y después.
Herramientas utilizadas.