En este caso una yegua castaña con dos vecinos curiosos. |
Estado del casco: no solo la herradura empieza a estar gastada, sino que el crecimiento del casco hace inestable al animal. |
Se retira la herradura vieja. |
Con la “cuchilla de herrador” limpiar y rebajar la parte interior. (Dicho interior se denomina “lumbre”) |
En el interior del casco, “la ranilla”, parte más oscura y de forma triangular de la pezuña que sirve de amortiguador al animal. |
En este casco de otro caballo lo apreciamos mejor. |
El rebaje interior nos permite ver exactamente la cantidad de pezuña a cortar. |
Alisamos y emparejamos el casco con la lima |
Tomamos medidas del “pié”. |
Y ajustamos la herradura a esa medida. |
Se doblan las puntas hacia arriba para ajustarla a la curvatura del casco |
Se rebordea la parte superior de la herradura para que encaje mejor en el casco y se le da un pequeño “toque artístico”. |
Del cielo te caen los 8 clavos. |
Primer clavo y colocación exacta de la herradura. |
Casi terminado |