José Antonio Luna Alarcón.
El hombre ya se estaba yendo. La angustia se hizo presente casi un año antes, cuando la tragedia de Pozoblanco. Era un presentimiento inundándolo desde que abrió los ojos aquel día amargo. Una desazón inexplicable que intentó justificar al morir Paquirri. Pero no, la pesadumbre nunca más desapareció de su vida, como si el haberse […leer más]
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