El Toro-Toro

El toro y el toreo han evolucionado según evolucionaron las pautas políticas y culturales de la sociedad, según modas y gustos, genialidades  interpretativas de los grandes toreros, etc., pero en los últimos decenios principalmente, a evolucionado  según intereses económicos de los que han mandado en la Fiesta, bien sean toreros de elite, o empresarios a la sombra.

Resultado unos toros  endebles, “trucados”  y sin casta brava, y un toreo embustero y tramposo, solo aptos para públicos desconocedores del tema.

Es  verdad que hay una gran parte de los aficionados, quizás la mayoría, que piensan que en saliendo por la puerta de chiqueros el tan traído y llevado toro-toro, (que habría que definir exactamente en que consistiría y para que tipo de toreo se emplearía,) pues eso: más  de la mitad de los problemas de calidad de la Fiesta desaparecerían.

Por supuesto que en saliendo toros mas bravos, fuertes,  e  íntegros, se necesitarían profesionales y toreros  valientes de verdad, y el escalafón profesional seguro que daba un gran vuelco. El toreo en si mismo también cambiaria un poco, porque  seria necesario tener aprendido el oficio de lidiar y valor suficiente para llevarlo a cabo,  las faenas  cambiarían en su ejecución, donde  seguro que serian mas vibrantes y emotivas, porque de esto es de lo que va la cosa, de la emoción que implica la fuerza y la bravura.

No lo tengo yo sin embargo tan claro, en primer lugar, como haríamos los aficionados para recuperar ese toro y en segundo de que tipo de faena emotiva estamos hablamos,  y  a qué tipo de toro exactamente.

Algo mas claro tenemos, pero no del todo,  que la faena depende del tipo y condiciones del toro. Y digo esto ultimo tambien con reservas porque hay toreros con una técnica, un valor, y una personalidad, que le hacen “su toreo” a casi todo lo que sale de chiqueros. No digamos nada si el torero es un “mandón” tipo José Tomás y además exige determinados toros.

En resumen. Toreros artistas con Miuras como que no, y luchadores con “toros artistas” como que tampoco, y toreros especiales  haciendo de su capa un sayo, nos interesan aun menos.

Entonces podemos decir que el toro esta supeditado al tipo de toreo y a los toreros que la gente quiere ver, y el toro-toro ya empieza ha estar en entredicho.

A mi personalmente me gusta del toreo hasta el Bombero, pero un estilo que aprecio en particular es el del toreo largo, y cuanto mas largo mejor. El engancharlo lejos y llevarlo embebido en el capote o la muleta lo mas lejos y atrás posible, forzando, cargando, pero en  una curva amplia, es que me encanta. Ademas este toreo largo tarda su tiempo en ocurrir y tiene la ventaja de que el aficionado primerizo asume y capta lo que está viendo. Ya  saben el secreto, yo evolucioné como aficionado viendo a Paco Camino.

Otro toreo bien diferente es el del ocho, o sea lo de Paco Ojeda;  cerca, espatarrao y enroscado  giro tras giro, exigiéndole al toro lo físicamente imposible. Yo me quedaba flipao viéndolo, a veces todavía no me lo creo.

Después tenemos el hierático o sea el manoletista, donde el toro tiene que tener un celo especial, porque se queda a menudo fuera del mando y tiene que repetir por propia iniciativa, y donde el torero necesita un brazo de goma, para mandar y ligar. Por supuesto Manolete, que yo no vi.

De los tiempos recientes hay algunas  figuras que intentan una mezcla de Manolete y Paco Ojeda que parece que es lo que mas prima hoy día, Perera, Castella, Talavante etc.

Casos únicos, es el de  los dos toreros que afortunadamente esta marcando historia y dan ciertas esperanza de continuidad y grandeza a la Fiesta. Me refiero a José Tomás y Morante de la Puebla. Si ustedes observan verán que ambos torean a pesar de ser tan diferentes, en corto y en largo, como debe ser.

Pero bueno a lo que íbamos, ¿cual es el toro-toro necesario? pues la verdad es que  no tengo ni idea. Ustedes opinaran lo que quieran para eso estamos, yo de momento me conformo con que no se caigan y no sean de Juan Pedro.

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