Lo poco que tuvo la tarde fué de José Pedro Prado “ El Fundi”
Superviviente de una época del toreo, la torería del Fundi impregno la plaza y los indocumentados de aluvión sin enterarse de que se iba la dignidad en persona. Fue fiel a un estilo de torear desarrollado en tantas tardes de lucha y gloria y eso le permitió, cosas de la vida, quedar por encima de sus compañeros con un ganado que no es habitualmente el suyo. No era momento de jugárselas todas-todas pero con solo un par de su cosecha me hubiese dado por más que satisfecho.
Esos galleos típicos, esos naturales largos propios de otros toros, esa forma de matar y esa actitud de querer agradar dando lo mejor que tiene. La banda vino a tratar de robarle, tarde y mal, un merecido reconocimiento que no necesitaba más que un poco afición a la Fiesta para reconocérselo.
Tiene el descanso del héroe más que merecido, me alegro de corazón que se retire MAESTRO,
Paco Diaz
U. T. A. A.
JOSÉ PEDRO PRADOS “EL FUNDI”, se despedía esta tarde de Sevilla. Ya no volveremos a ver en nuestra plaza a un profesional del toreo como la copa de un pino que siempre se caracterizó por su integridad y por su entrega total en el marco de una tauromaquia de la que huyen muchos.
Y como no, también lo demostró esta tarde. Ante dos toros de un hierro comercial supo estar como siempre lo hizo. Con una entrega total y un dominio de la lidia en todas su fases, que algún compañero de paseillo de hoy bien pudiera haber tomado nota.
Tanto es así que esa banda de música “pueblerina” de Sevilla quiso obsequiarle con un pasodoble en su segundo toro en un momento de la faena de muleta que no merecía tal honor y allí surgió de nuevo la profesionalidad de EL FUNDI, cortando en seco las notas musicales. Este gesto le honra y queda patente cual es la personalidad de este torero. Que aprendan otros.
Hasta siempre José Pedro.
De los toros de Garcigrande, fueron rechazados siete de ellos en los reconocimientos previos. Uno por falta de peso y el resto por falta de trapío. Una vez más contemplamos que los que están en contra de la Fiesta están dentro de ella y no los que se manifestaban en el exterior de la plaza. Los que salieron al ruedo fueron todos de escaso trapío, terciados e impropios de plaza de presunta primera categoría.
MORANTE DE LA PUEBLA o la indolencia y apatía vestida de torero. Un recital completo de anti- profesionalidad, primero dejando que a su primero le zurraran más de la cuenta en el caballo y después pasando de la lidia del mismo, incluso para ponerlo ante los caballos, y todo ello porque en el capote le hizo un extraño y lo desarmó.
En su segundo volvió a mostrarse igualmente desangelado y sin ganas de acometer los escasos problemas que le planteaba el “novillote” que le correspondió en suerte.
Si CASTELLA no demostró hoy las causas por las que se anuncia cuatro tardes en el abono sevillano ante toritos de medio pelo, es posible que en las corridas que le quedan, si no cambia volvamos, a ver a un torero vulgar, sin fondo, que se deja tropezar los engaños, se coloca mal y exaspera a los públicos porque es incapaz de torear a medios toros que meten la cara y que le plantean ciertos problemas derivados de algo de casta.
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