Que traducido al lenguaje diario quiere decir “estos toros están hechos para torearlos en pantuflas”.
Amabilidad sin cuento en el toreo comercial de hoy día, toros cómodos de patas y corazón de algodón, para toreros con marchamo de artistas unos, y otros con denominación de origen de solventes y poderosos, da exactamente igual.
La emoción de verdad, la autentica, la que trae consigo el peligro y obliga al torero a ejercer la capacidad de jugar con el y dominarlo, esta emoción brilla por su ausencia en el 95% de los festejos taurinos.
La única emoción relativa, la de los Victorino, a veces, y la de Miura, como colofón de las ferias, para recuperar un poco la cuota de peligro que por otra parte sería obligatoria todos los días.
También existe esa otra emoción, que es la de crear arte partiendo de arcilla blanda, obra de arte que tambien es meritoria, no digo que no, pero un servidor es mas rustico desgraciadamente, y prefiere el arte ejecutado sobre el duro granito.
Lo decimos de una vez por todas.
Me gusta mucho más el Toreo ejecutado sobre toros de riñones duros, patas duras, corazón duro, y anatomía simplemente suficiente.
Me gustan más los toreros con base de valor y técnica, y a ser posible, como regalo, algún misterio que decir.
Desgraciadamente misterios hay pocos y tonterías muchas.
Paco Díaz
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