Podemos buscar culpables cogiendo la remolacha por las hojas, de que si esto es por aquí y lo otro por allá, pero los principales protagonistas de la decadencia del toreo, -porque el toreo está en decadencia a pesar de toreros puntuales- y son precisamente, las figuras del toreo, la autoridad, los periodistas, los empresarios y taurinos, todos por la pasta, excepto los políticos que van primero al voto y después a la pasta.
(Por cierto: observen que no hay gente nueva entre los empresarios importantes, todos son familias ya acomodadas, donde una vez bien exprimida la Fiesta, si el toreo se acaba, tienen acumulado suficiente dinero como para dedicarse a la banca privada. Parece como si fuesen un clan establecido al igual que las listas cerradas de los políticos donde no asoma nadie que el sistema no lo autorice)
Si queremos podemos entretener la charla diciendo…
Que hay que picar más delantero.
Que la pica es la que pone el listón en la Fiesta.
Que los toreros torean con la pata patras o palante.
Que se ha perdido el toreo de capa, y menos mal de Morante.
Que excepto dos o tres ya nadie mata asomándose al balcón.
Que la comodidad y pacto de no competencia es la norma entre las figuras.
Que todos los toreros se parecen.
Que casi se han perdidos los quites.
Que la oportunidad la da la procedencia y el dinero que tenga el torero.
Que todos los toros se parecen.
Que ya no hay ni casta ni raza, ni nada que se asemeje a un bravo de verdad.
Que los ganaderos son unos ganaduros.
Que los toros se afeitan y drogan a mansalva.
Que los empresarios también son ganaderos y apoderados.
Que los apoderados importantes tienen los toreros como si fuesen cuadras de caballos de carreras.
etc. etc.
Pero antes, delante y por encima de todo esto, esta la ley y normas que no se hacen cumplir por los gobernantes, la información terciada o definitivamente embustera de los periodistas, la avaricia del “pan para hoy y hambre para mañana” de la mayoría de los toreros y taurinos en general, y últimamente y de forma descarada los intereses políticos.
Estos son, en mi poca humilde opinión, junto con la ideología derechista que impera y manda en el mundo del toro, los pecados capitales del toreo, todo lo demás es simplemente la parte endémica del espectáculo, que como picada de moscas cojoneras, el toro siempre las pudo resistir.
Paco
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