Una Fiesta muy brillante manejada por gente mediocre y avariciosa.
No es verdaderamente importante lo que ha ocurrido hoy en Barcelona, y no lo es, porque hay muchísimo arraigo cultural e interéses económicos en el resto del país, pero debería de servir para que el enemigo real del toro, que son los taurinos y los que manejan la Fiesta, se conciencien de que hay que cuidar, con vistas al mañana, el pan suyo de cada día. No se puede actuar como si esto fuese el final de la historia, pensando solo en el beneficio inmediato y detrás de mí el diluvio.
Para frenar estas avaricias creo que es necesario que los aficionados-clientes se modernizen y organizen, como se organizan tantos colectivos hoy día y por supuesto que la autoridad haga respetar las leyes a rajatabla.
Con estos dos principios, , organización de los consumidores y el cumplimiento del legislativo, (no contamos de momento con los taurinos) los toros pueden tener otro siglo más de pervivencia. En cuidando de la Fiesta, el toro bravo y el toreo sin trampas ni cartón volverán por si solos, dignificarán el Toreo y será mucho más difícil derribarlo.
Pero si continuamos masacrando borregos como hasta ahora, los de Barcelona tendrán razones y detrás será Europa, la que definitivamente se posicione en contra de los toros.
Verdaderamente y lo digo con el corazón en la mano, algunas tardes se hace muy difícil estar en la plaza.
Paco Diaz
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