TEMPORADA
2005 SEVILLA

                 


2 DE MAYO LUNES

TOROS DE
"EL VENTORRILLO"


JULIÁN LÓPEZ "EL JULI"
MIGEL ÁNGEL PERERA

DANIEL LUQUE



Tarde nublada, lleno total 12.500 espectadores.
Toros de Ventorillo (J.P. Domecq, todos bien presentados y todos malos, flojos y descastados.
La temporada pasada El Ventorrillo estuvo peor presentado y dieron más juego, ésta mejor presencia pero inservibles.

El Juli, silencio y saludos
Perera, silencio y silencio
Dani Luque, silencio y palmas


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TARDE  PARA  OLVIDAR

6 Mansos 6 del “Ventorrillo” destrozan la tarde del alumbrao.  Hicieron su agosto los pues tecillos de chuches;  almendras, pipas y garrapiñadas. El programa de mano leído varias veces. Hay quien le dio por contar el número de arquitos  de la plaza, otros se largaron en el quinto. El tedio se apoderó de la Maestranza.

La corrida grandullona, bastota, descastada y mansa.  Con semejante material los toreros  no pudieron hacer prácticamente nada.  Es curioso que justamente  hace un año esta corrida propiciara   el triunfo de “El Juli”. Sorprende sobremanera el espectacular cambio de esta ganadería de un año a otro. El único consuelo para el ganadero es pensar que los “buenos” se quedaron en el campo.

El primer toro de “EL JULI” tenía mucha  guasa;  manso,  descastado  y  peligroso.  No le pudo dar ni un solo muletazo.  El cuarto se rajo en el momento que Julián le pudo, huyendo hacia toriles descaradamente.   

Miguel Ángel Perera tuvo otro lote imposible  con  el que no pudo hacer nada.  Le  queda otra oportunidad en la feria. Ojalá tenga más fortuna.

Los dos toros que le tocaron en desgracia a Daniel Luque tuvieron las mismas virtudes que sus hermanos; absolutamente ninguna. Luque,  que  anduvo con muchas ganas toda la tarde, se estrelló  con sendos brutos descastados.  Mención aparte merece su  espada, ya que en su primero,  después  de cuatro o cinco pinchazos  lo mando al desolladero  de un infame  bajonazo.                      

Lo mejor de la tarde fue un gran puyazo de Benito Quinta al cuarto, tanto en la ejecución como fundamentalmente en el toreo a caballo.

Al salir de la plaza se hablaba de todo menos de la corrida por mor de los seis bueyes que pastaron ayer en la maestranza.

¡VAYA PETARDOS LOS VENTORRILLOS!


Enrique Durán

 

Tras la euforia la triste realidad

Tras la euforia y la teatral manipulación de los taurinos al uso de hoy para conseguir el indulto, volvemos a la triste realidad de la Fiesta. Volvemos al toro descastado, soso y falto de fuerzas y a toreros que ante estas dificultades prefieren intentar el toreo habitual que sacar de la chistera el toreo de lidia abreviada dominando las dificultades de los astados.

Los toros del Ventorrillo eran bastos, con excepción del cuarto, que aunque bien armado era una ratita sin trapío de plaza de primera.

El sexto fue un toro muy flojo que en el tercio de varas claudicó dos veces. Ante las protestas del público y las dudas del Presidente, Daniel Luque levantaba el capote y prefirió que el público tragara con un toro inservible.

La suerte de varas continúa siendo en su ejecución un mero trámite para pasar página cuanto antes y por ello estar tarde vimos el suma y sigue de la mala colocación de los toreros, y especialmente Perera, que en los cuatro puyazos de sus toros se situaba a la derecha del picador, y encima moviéndose.

Los aficionados pretendemos ver acudir el toro al caballo sin interferencias de capotes ni lidiadores próximos que distraigan la atención del toro. Hoy en día es difícil que esto se cumpla. Y esta tarde tampoco se cumplió.

Como la tarde fue aburrida en sumo y los aficionados desertan de la plaza de toros de Sevilla, esta tarde nos acompañaban un nutrido grupo de italianos. Días anteriores eran franceses y japoneses.

En sus localidades, durante veinte años siempre estuvieron aficionados de mucha solera que esta temporada han preferido quedar en casa y no sufrir más las inclemencias de los taurinos.

Pues bien, los extranjeros, preguntan y preguntan las cosas más elementales del festejo y se extrañan cuando el toro se cae, sale suelto de los engaños, tiene media embestida sin fuerza y aquello no produce la mínima emoción.

Ahora se comprende que la empresa se ocupe de llamar por teléfono a antiguos abonados para preguntar los motivos de su baja. Se podría ahorrar llamadas si pusiera todo de su parte para ofrecer espectáculo y pensara algo más en los aficionados y no guardara con tanto celo el número de éstos que año tras año se han marchado de la plaza.

Juli, Perera y Luque, parecían contagiados de la apatía de los toros y no consiguieron llegar al respetable, así que a esperar mejor ocasión.

Publicado el Blog: uta-sevilla.org