Los Cebadas no fueron tan malos con pudiera entenderse por el resultado de la corrida.
Como decía uno “iban y venían, lo que hacia falta es llevarlos y traerlos”.
Se puede empezar por el último. Luís Vilches que es un gran torero de sabor clásico y autentico; hoy no aprovechó a su primero que también fue bueno –demasiadas voces, los toros no son sordos de hecho el oído es su mejor sentido- en el segundo ya mas callado -que no del todo- la toreó como los ángeles torean, con sabor, con gusto, con clase, si lo llega a matar como mató al primero le corta las dos orejas.
Fernando Robleño es sobre todo valiente, voluntarioso pero nunca tuve la suerte de verle nada, fuera el toro que fuese. Esperaremos algo más pero no mucho.
Curro Diaz es un torero de los de corte artístico que con el paso del tiempo y debido a las corridas que torea, que lo obligan a “pelear” mas de la cuenta pues se esta quedando entre dos aguas o sea ni carne ni pescado. Esperemos que tenga más suerte, aguantaremos algo más pero no mucho.
En resumen la corrida se movió (que es muy importante en estos tiempos) y tuvo presencia y emoción.