Nos preocupamos últimamente por la Fiesta del Toreo, casi exclusivamente desde el punto de vista del escalafón de novilleros.
Verdaderamente hay muy poco a donde mirar, menos aun que en el escalafón de toreros, considerando que toreros con caché y vitola de tal no hay más de tres o cuatro.
Novilleros que llamen la atención y mantengan al aficionando con ilusión y expectativa no hay mas de dos.
Son impresiones imprecisas de un servidor pero ustedes repasen la situación actual y pongan o quiten los nombres que les parezcan oportunos.
Hoy los novillos han estado por encima de los novilleros. Eran novillos un tanto escasos de fuerzas, pero nobles y con presencia, ideales para haberlos administrado y hacer el poco o mucho toreo que uno lleve dentro. Un desperdicio de ganado y de oportunidades que no nos podemos permitir.
Emilio de Justo se salvó un tanto de la quema, mató bien y recibió una fuerte petición de oreja que el presidente negó. (*).
Estuvo Emilio elegante en el vestir y en las formas toreras, pero recordemos que ya lleva cuatro temporadas con caballos y debe saber que debe calentar mucho más , si quiere llegar arriba.
Santiago Ambel Posada le dio un montón de pases a sus novillos sin sabor de arte ni decisión y entrega. Toma la alternativa el día 13 Julio en Pamplona, mucho tiene que cambiar este torero para salir adelante.
Jesús Herrera no prospera, no coje oficio ni hechuras, ni anda sobrado de valor, así es que mejor que alguien le haga el favor de decirle algo.
(*) Un barómetro bueno para saber si los presidentes se equivocan por poco o por mucho en concesión de orejas, es la bronca o pitada posterior, después de retirar el toro y saludar el torero.
Si es abundante y sostenida, se quedo corto por defecto.
Si es medianita y no muy sonora es que estuvo casi bien, y unos y otros no lo tenemos clara del todo.
Si la bronca es un poco tardía, y solo unos pocos se acuerdan de lo que pasó, es que el presidente estuvo correcto; como fue este caso de la oreja de Emilio de Justo. |