CRÓNICA DE EMILIO TRIGO
FRAN GÓMEZ, (burdeos y oro) de la Escuela Taurina de Jerez de la
Frontera:
1º. Realizó una faena ascendente de menos a más ante
un novillo complicado que no paraba de mirarlo. Gómez que brindó
su labor al respetable cuajó tandas con la izquierda de mérito
y con la diestra de forma discontinua alguno de buen aire, pero a veces
fue desarmado y terminó de romper del todo su notable actuación.
Silencio.
4º. Se llevó otro que también era desclasado pegando
un tornillazo al final de cada muletazo. El gaditano porfió con él
por ambos pitones ganando la pelea a base de tragarle sobre todo con la
muleta en la derecha por donde cuajó tandas de mando y recorrido.
Mató en todo lo alto y arrancó la oreja. Oreja tras aviso.
ANTONIO JESÚS ESPALIÚ, (salmón y oro) de la Escuela
Taurina de Camas:
2º. Saludó con garbo a su primero manejando el percal con
cadencia a la verónica. Le dedicó su faena a Morante de
la Puebla, resultando irregular por la embestida complicada de su oponente.
Quiso hacer las cosas bien y a modo que el eral le metía la cara
dejaba detalles de su personal concepto de artista. Palmas tras aviso.
5º. Desde que abrió el capote impregnó su toreo de
sevillanía haciendo recordar su estilo a los grandes del torero
sevillano. Aires de Pepín Martín Vázquez, Morante
o Romero entre otros, porque pone el corazón más que la
razón en todo lo que hace en el ruedo. Le tocó uno que era
mansito, sin clase pero que iba con prontitud y dibujó con sentimiento
una faena llena de ligazón, hondura y arte. Cuajó series
rotundas llenas de plasticidad haciendo crujir la plaza como un verdadero
matador y para colmo la firma de un sartenazo con la espada que tiró
al novillo patas arriba. Dos orejas que fueron brindadas a su gran amigo
Pedrito Girón fallecido el pasado fin de semana y que desde el
cielo aún estará aplaudiendo a su íntimo compañero
de grada. Dos orejas.
JUAN DEL ÁLAMO: (celeste y oro) de la Escuela de Tauromaquia de
Salamanca:
3º. Protagonizó una auténtica demostración de
actitud novilleril en toda su labor. Recibió a su ponente a portagayola
en un encuentro vibrante y posteriormente tras brindar al respetable se
fajó sin aspavientos y hubo mucha transmisión en su trasteo.
Faena a la antigua usanza, sobre los pies, y derrochando ganas e ilusión
pero sin poder hacer el toreo artístico por la falta de clase de
su novillo, que embestía muy bronco tirando hachazos al corbatín
del salmantino. Vuelta tras petición.
6º. Nuevamente a chiqueros de hinojos y otra vez revolucionado por
su ímpetu de agradar. El de salamanca arrolló la razón,
pero demostró valor para hacer varios toreros y así no se
le debe reprochar nada ante un novillo complicado que le dio una soberana
paliza con continuaos revolcones. Ovación con saludos.
|
|
Vacaciones del hastío
Pues si; me fui de vacaciones aprovechando las novilladas
de promoción.
Quien me lo iba a decir hace años, sabiendo que mi ilusión
máxima de aficionado siempre fue el tratar de adivinar quien puede
ser torero en el futuro.
(Loco estoy por ir a ver a Espaliú donde sea)
Había compromisos familiares en estas fechas, como cada verano,
pero también otra circunstancia que me empujaba y sobre la cual
llevo maldiciendo durante años, y que es concretamente la iluminación
eléctrica de la Maestranza.
Algo espantoso, horrible, verdaderamente cutre y tercermundista que me
ha hecho a mí, y a todos los fotógrafos que por aquí
pasan, sufrir un verdadero calvario año tras año.
Una luz de poca fuerza lumínica y calidad de color de yema de huevo
que ya no se lleva ni en los mas humildes puestos de turrón.
Me consta que esto es responsabilidad de los exquisitos señores
Maestrantes -son los propietarios-, que tanto entienden de obra pictórica
y que sin embargo no ven dos en un burro.
Paco Diaz
|
|