Plomo
en las venas
Un desespero
de novillada que se hizo plomiza y un tanto aburrida debido a la falta
de fuerza del ganado.
Quizás también plomo en el ánimo de los novilleros
que no arriesgan ni tienen esa alegría en el cuerpo que debieran
de tener.
Es verdad que si hoy los novilleros optaran por atacar a los novillos
poniendo lo que a estos les faltaba, la consecuencia hubiera sido que
se hubieran caído aun más. Pero leches entonces se hubiera
visto bien claro que la culpa era de los novillos y no de ellos.
Vienen estos chavales con la lección técnica casi aprendida,
pero con un concepto equivocado. El de esperar que los novillos embistan
siempre, de torearlos ellos muy bien, y que sean los novillos los que
se encarguen de construirles su futuro poco a poco.
El futuro en el toro se construye con valor y fe ciega en uno mismo. Si
se espera “que un novillo me meta bien la cara para demostrar quien
soy”, pues bueno vámonos que nos vamos al paro.
Los
novillos de Macandro:
Me dice un amigo mayoral que el ganado coge mas fuerza comiendo hierba
que comiendo pienso. Y la razón es porque para comer las mismas
proteínas el animal tiene que esforzarse caminando y trabajando
con el cuello y patas delanteras mucho más.
Donde han estado estos novillos en los últimos meses cuando la
hierba en el campo sevillano no ha faltado.
Una lastima, porque el temperamento y el carácter de estos novillos
se vislumbraban como muy interesantes.
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