Los toros
Toros con más fuerza en las patas de la blandura habitual
en el toro al uso, y con una movilidad que engaña, que
los hace parecer más encastados de lo que son en realidad.
Los Pahlas no fueron ni por asomo los del año pasado.
Mansos y difíciles de llevar por su fuerza y comportamiento
desigual.
De los toreros solo repitió Iván García
que cortó oreja en la anterior y este año pasó
con más pena que gloria.
Los toreros
Luís Miguel Encabo a estas
alturas del oficio ya empieza a aburrirse de si mismo. Tiene
un toreo vulgar que no dice nada y como banderillero es de lo
más deficiente del escalafón.
Que por que se empeña en poner banderillas, un 90% de
ellas a toro muy pasado - solo el lo sabe. Lo que si es seguro
es que tiene los mejores apoderados y mentores de todo el planeta
toro. Está colocado siempre en las mejores ferias y la
verdad, meritos no le veo yo para eso.
Con casi 20 años de alternativa, ya va siendo hora de
darse un garbeo.
Iván García
En la misma línea que Encabo y tantos otros. Bien situados
empresarialmente dentro del circuito, pero que aportan bien
poco. Eso si, tiene bastante mejor presencia física,
es más “bullidor”? y eso le puede ayudar
algo.
Domingo López Chávez
El torero de Salamanca es pequeño
de estatura pero muy grande de valor y ambición de triunfo.
Hoy como el año pasado con los Cuadri no nos defraudó,
se jugó la vida en el primero, consiguió muletazos
de merito a base de porfía y riesgo y mató como
un cañón por lo que se llevó una ovacionada
vuelta al ruedo que le debe saber como una oreja.
Su segundo toro ya fue más difícil. Un toro que
iba muy fuerte y muy incierto donde Domingo también se
entregó al máximo: la espada le quitó una
oreja, que esta vez a la segunda seguro que habría sido
concedida.
Un resumen rapido y concreto de las
tres ultimas corridas “toristas”, Cuadri, Pahla,
y Cebada Gago.
Sin embargo lo que son las cosas: en mi opinión,
excepto Curro Diaz y López Chávez que rayaron
con sus oponentes, (que no por encima) los demás toreros
Pineda, Marín, Escribano, Fernando Cruz, Robleño
no estuvieron a la altura del ganado en ningún momento,
a pesar de que siempre acostumbremos echarle la culpa al toro.