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Fuera de Abono
 


13 ABRIL MARTES

TOROS DE PALHA

SERAFÍN MARÍN
ARTURO MACÍAS
IVÁN FANDIÑO

"Martes y trece en el Trópico de Capricornio"

Tarde calurosa, amagando lluvia, 2/3 de entrada.
Toros de Palha de presentación dispar, mansos de aviesas intenciones.

Serafín Marín, silencio y silencio
Arturo Macías, silencio y cornada
Iván Fandiño, silencio y silencio

Incidencias: cornada grave de Antonio Macías


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Parte médico: Arturo Macías fue atendido en la enfermería de herida por asta de toro en cara interna de tercio medio de muslo derecho que atraviesa sartorio y vasto interno, llegando hasta cara posterior de fémur en una extensión de 20 centímetros. Presenta otra trayectoria hacia arriba y afuera en una extensión de 10 centímetros sin lesionar paquete vascular. Pronóstico grave.


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SOBRÓ CASTA TORERA Y FALTÓ GANADERA.

Crónica de Antonio Girol        Fotos: www.toroimagen.com

Si tiene un amigo o amiga a la que dijo vete el martes a los toros o conecta el Plus para ver una corrida seria, vaya corriendo a pedirle disculpas porque al primero que han engañado ha sido a usted. Puesto que el encierro de Pahla ha sido deleznable. Impropio de un ganadero que dicen cría a los “miuras” portugueses.

Como vergonzoso y ridículo resulta que el equipo de turno permitiese que al menos dos de los seis saliesen a la plaza. Porque el segundo era una rata y el sexto, el del flequillo japonés, ahora tan de moda, un adefesio. Sólo faltó que el mayoral hubiese salido a saludar como en aquella ignominiosa tarde venteña en que Israel Lancho se debatía entre la vida y la muerte, para rematar la faena.

Para mayor ofensa a la afición, enfrente de tal tomadura de pelo, ha habido tres tíos de los que se visten por los pies y tienen eso que hay que tener para calzarse las zapatillas negras y a los que se les ha faltado al respeto de manera palmaria con lo que ha salido de chiqueros.

Me gustaría saber qué pensará a estas horas Serafín Marín, del que decían que estaba en Sevilla por la amistad de su apoderado, el Moranco César Cadaval, con la empresa. Supongo que la cara de tonto aún no se le habrá borrado después de ver las dos alhajas que le han salido por el portón de chiqueros. Y eso que el burraquito cuarto ha sido el que mejores hechuras ha tenido, aunque luego por dentro haya evidenciado los mismos defectos que sus hermanastros (hago alusión a este término genealógico porque todo parecido entre los otros cinco y este ejemplar era similar al de esos hermanos que aportan los cónyuges en segundas nupcias)
Se marcha Serafín de Sevilla sin haber podido dar un pase. De haberle plantado la muleta, seguramente, la estatua del caballo que hay en el Paseo de Colón habría embestido mucho más que su primero. Un animal tan falso que engañó a toda la plaza arrancándose de lejos en la segunda vara. Y eso fue todo lo que le vimos…a él y a los de su sangre.
En el cuarto lo intentó todo en los escasos segundos que duró la efervescencia brava del astado.  Por más que intentó tirar de él hacia adelante allí no había más cera para arder que una mini serie con la derecha.

El mexicano Arturo Macías, máxima figura del toreo en su país, hacía su presentación esta tarde en Sevilla, y a buen seguro que no la va a olvidar, no tanto por las dos volteretas que sufrió, una de ellas de consecuencias fatales, sino por el par de marrajos que ha tenido que sortear. Antes de que saltase su primero había tentado a la suerte y al viento quitando al primero por gaoneras. Y cuando iba a cerrar con la revolera salió por los aires. El susto quedó en la taleguilla hecha jirones. Si algo caracteriza a este joven diestro son sus ganas y sus formas. Torero hierático, firme y que no se arredró en ningún momento ante las miradas que tuvo que tragar.
En su primero poco más pudo hacer que intentar, por todos los medios, que el animal no le quitase la muleta a pisotones. Para el recuerdo quedó un pase cambiado por la espalda sin nada de particular.

Se marchaba la tarde y las esperanzas cuando saltó el quinto, un toro tan fuera de tipo, por chico y feo, que visto sin el marco de La Maestranza y sin la P del hierro en el anca podría decirse que era lo más parecido a un novillo de cualquier pueblo en fiestas. Pero como no hay rival pequeño fue este desclasado y descastado animal el que se echó a los lomos al mexicano y le dio una tremenda cornada en el muslo derecho. Cornada que sobrevino porque Macías se quedó, como han de quedarse los toreros, quieto. A pesar de que todos sabíamos que con aquel material nada iba a poder hacer. Aún así,  su casta torera le impidió tirar por la calle del medio, y aguantó miradas y avisos hasta que se tuvo que marchar al hule de la enfermería entre gestos de dolor y rabia.

El tercer valiente es de Orduña y se ha curtido en capeas por Guadalajara. Iván Fandiño. A buen seguro que de los muchos marrajos que le ha tocado sortear en su difícil peregrinar por este mundo del toro, los dos de hoy formaran parte de esa lastimosa nómina. Si le dicen cuando mataba “bisontes” por La Alcarria que iba a encontrar dos en la Feria de Abril le da un telele de la risa. Posee muy buen corte este digno heredero de maestros de la talla de Cocherito de Bilbao, Chiquito de Begoña, Jaime Noaín o Rafael Chacarte, entre otros. Con el capote intentó dejar su sello en varias pinceladas para anotar en el bloc de los recuerdos, como la media que cerró quite en su primero. Y nada más le pude anotar.

Con el sexto, el del flequillo japonés, que salió barbeando tablas, evidenció que del corazón anda como un reloj porque aguantó auténticos navajazos a traición. Muy por encima de su antagonista, que llevaba siempre la cabeza por encima del palillo, demostró que merece una nueva oportunidad y a poder ser con toros dignos de llamarles por ese sagrado nombre; porque si es así, es muy probable que sus faenas encuentren las notas del pasodoble de su paisano Martín Agüero.