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19 SEPTIEMBRE DOMINGO
NOVILLOS DE LOS AZORES
ESAU FERNÁNDEZ
DIEGO SILVETI
JAVIER JIMÉNEZ
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Tarde de sol y calor el 19 Septiembre, el Dios de la Lluvia dicen que viene mañana. El Real Betis ha vuelto a ganar y ya van 6 veces seguidas, ni los más viejos del lugar recuerdan algo parecido.
1/3 de plaza, muchos pero que muchos turistas.
Novillos de Los Azores, anterior de Joaquín Barral, encaste Domecq.
Bien presentados, cómodos de pitones, y cierta clase en la embestida, pero todos excepto el primero rodaron sin fuerzas por el albero. Nobles pero faltos de fuerza y raza como es norma en la procedencia Domecq
Esaú Fernández de Sevilla, dos orejas
Diego Silveti de México saludos y vuelta
Javier Jiménez de Espartinas –Sevilla, saludos y vuelta
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Ocupando sitio.
Por lo menos Esaú Fernández tenía claro que había dos vacantes para lo próxima novillada y sin pensarlo se fue a por una, protagonizando con decisión y ganas lo mejor de la tarde.
En su primero sin dudarlo se fue a portagayola, ¿que después resultó el mejor de la corrida? ¿bueno y qué? la suerte está para quien la busca.
Aprovechó el novillo por los dos pitones y lo mató bien llevándose una oreja, que el presidente hizo bien en conceder y también el esperar que la petición fuese de verdad insistente.
En el segundo otra vez al portón de los susto y otra vez un novillo no tan potable como el primero pero si manejable , aquí Esaú estuvo aun mejor, con una inteligencia de veterano, y de nuevo oreja, que pudieron ser dos si hubiese habido más profundidad y cercanía en los pase, además de caer el novillo antes. Con esto de “profundidad y cercanía” me quiero referir a que estos novilleros que tienen que buscarse la vida por esos pueblos de Dios matando lo que pueden cogen el oficio de defenderse y eso enfría la faena. Pero vamos, la Puerta del Príncipe estuvo en un tris que dirían por aquí.
Javier Jiménez es el niño mimado de la enseñanza taurina aquí en Sevilla, lo está teniendo todo de su parte desde que empezó a torear de becerrista y debe de ir cuajando ya más en serio sin esperar que la enseñanza le dure toda la vida, debe de saber que el que torea y suena mucho como él se le acortan los plazos para romper.
El primero era un novillo que se desinfló a las primeras y Javier le hizo una faena de arrojo, que mereció los aplausos del público.
En el sexto se fue a portagayola a sabiendas que quedaba una plaza por cubrir. El novillo se desplazaba rápido y pareció que la faena podría tener vibración pero no término de haber acople y a pesar de dar un estoconazo de ley, la cosa no pasó de vuelta al ruedo. Se llevo un revolcón sin consecuencias pero en mi opinión debió de arriesgar más, mucho más, en meter el novillo por narices en cintura.
Diego Silveti tiene sello de casa torera y eso se nota, ejecuta las suertes con pureza y no rectifica apenas, lo cual está bien y está mal al mismo tiempo, porque se descoloca y no liga las tandas con limpieza. Es valiente, es tranquilo y mata por arriba. Es un novillero a esperar.
Paco Díaz |
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