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Fuera de Abono
 


9 ABRIL VIERNES

NOVILLOS DE JUAN RUIZ ROMÁN "ESPARTACO"


LUIS MIGUEL CASARES
CRISTIÁN ESCRIBANO
ESAU FERNÁNDEZ




Tarde calurosa de primavera, 2/3 de entrada.
Novillos de Espartaco bien presentados.

Luis Miguel casares, silencio y silencio
Cristián Escribano, generosa vuelta al ruedo y silencio
Esau Fernández, palmas y silencio



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ESPARTACO, FACULTADES GANADERAS.

Crónica de Antonio Girol para Toroimagen y Gentetorera

Justo cuando se conmemoran los veinticinco años de la magna faena al toro Facultades de Manolo González, aquella que puso a Juan Antonio Ruíz en órbita, el de Espartinas ha mandado desde su finca “Matavieja” en Constantina un interesante encierro para abrir boca en esta feria del guarismo 10.

Ya el pasado ejercicio, concretamente la tarde del 24 de mayo dejó carta de presentación con una novillada de categoría. Aún hoy hay quienes recordamos a Marquesón, lidiado por Sotillo en sexto lugar. Porque no sólo de toreros vive el aficionado, sino que también debe hacerlo de toros, de ahí este humilde homenaje a dos ejemplares para  el recuerdo, y a sus criadores.

Como para el recuerdo debería haber sido la faena que Luís Miguel Casares, ¡número uno del escalafón en 2009!,  debió de enjaretar al cuarto de la tarde. Un animal, de gran clase y nobleza.  Y ante el que el aragonés Casares que tuvo un inicio de faena acorde con la bondad y boyantía de su oponente, tirando bien con la zurda de la humillada embestida de la res, sin embargo, conforme avanzó la faena se fue diluyendo hasta quedar por debajo del número ocho, Zoletillo, justamente ovacionado al arrastre.

Con su primero, el más sosote de los lidiados esta tarde, estuvo aseado, destacando el quite por chicuelinas que instrumentó en contestación a las tafalleras que diese Cristian Escribano.

En segundo lugar ha actuado el madrileño Cristian Escribano, que debutaba en la Real Maestranza, y que venía precedido de un buen ambiente por sus finas maneras a la hora de utilizar las telas.  Con su primero, de buenas condiciones, ha evidenciado que ese ambiente era veraz. Arranque de faena en los medios con un pase cambiado por la espalda (¡moda de Francia!) para luego ligar buenos muletazos, largos, templados y con hondura, rematados por la gracia de las trincherillas, muy del gusto de los buenos aficionados. Y aquí abro paréntesis para comentar que hoy en la plaza no había los habituales logreros de clavel reventón en la solapa y habano cubano en el bolsillo de la chaqueta que comenzarán a aparecer cuando huela a pescaíto frito. Hoy, los poco más de seis mil y pico que llenaban la mitad de escaños maestrantes, eran aficionados que gustan de ir a los toros con el firme propósito de alimentar esa afición que les anda dando brincos en su interior desde primeras horas de la mañana. Lo demás, mentira.

Hecha esta apreciación, personalísima, continúo comentando que sólo el fallo a espadas ha impedido que el debutante Escribano no pasease un trofeo tras rematar su primera faena en Sevilla. Al final, ha tenido que conformarse con dar la vuelta al anillo sin trofeo. El quinto tenía mucho que torear, era exigente y nada fácil. Tal vez para manos más expertas. Aún así le plantó cara pero sin lograr brillantez.

Cerraba cartel otro debutante, de Camas para más señas, tierra torera por antonomasia. Su nombre Esaú Fernández, sus formas más “tafileteras” que cameras, ahora les explico. Esaú ha sorteado el lote más desigual en cuanto a comportamiento. En su primero ha estado especialmente aséptico, sin que su toreo, muy jesulinista  (si se puede emplear esta expresión), de ahí lo de la tafiletería, de las marroquinerías de Ubrique, haya tenido calado entre el público. Con el sexto, en cambio, ha habido algo más de transmisión en los tendidos, ya que la concurrencia ha sabido observar que el novillero ponía su corta experiencia al servicio de intentar ganar la partida a un novillo que muy pronto se aquerenció en los tableros. Las lágrimas que asomaban en sus ojos al abandonar la plaza lo dicen todo: precipitación a la hora de presentarlo ante sus paisanos.